Mapa hipsométrico y topográfico de una travesia de tres días.
La belleza de un mapa es algo subjetivo y que no todos apreciamos de la misma manera. Mirando un mapa recibimos información, en este caso, la elevación del terreno y el recorrido o trazado de una ruta.
Los cártografos y los exploradores han mantenido a lo largo de la historia una relación fructífera. Inicialmente, el cartógrafo plasmaba en sus mapas, la información de los territorios visitados y descritos por los aventureros.
Cuando plasmas en un mapa el camino que tus pasos han creado. Eres explorador y cartógrafo en una sola piel. La objetividad sobre la utilidad o rigor del resultado se esfuman. Ese producto cartográfico, entra en el olimpo de los mejores mapas porque tiene algo que los otros no tienen. Es el resultado de tu motivación. Sus colores, su escala, sus detalles…eres el cartógrafo responsable de su existencia. Es el mapa que te permite volver tras tus pasos, cada vez que lo miras
Bases cartográficas del Instituto Geográfico Nacional
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